Segundo día (Novela Siete Días)


6:00 hs El intendente ya estaba en su despacho con todo su gabinete y el gerente de la ciudad. Todos mostraban el cansancio de haberse levantado demasiado temprano. Pero nadie hizo el menor comentario. La eficiencia en el equipo -ya desde antes de entrar a la municipalidad- se profesaba hasta con cierta exageración o cierta sobreactuación, que nadie se atrevía a contradecir.

En un día de trabajo, ya se había producido una distancia enorme entre el intendente y el equipo, que contrastaba con ese trabajo entre iguales que habían tenido durante los años de militancia política. A varios esta distancia les producía enojo, decepción, hasta cierta melancolía. Sabían que era natural y que incluso así debía ser. Pero los sentimientos no se controlan. Por la ventana aún rota por el ladrillo arrojado el día anterior ingresaba un viento frío que molestaba en las espaldas de los que estaban sentados de ese lado de la gran mesa de directorio.

Los diarios y todos los informativos de televisión y de radio, cubrían el día anterior como un día de revolución, de cambio. La Razón dibujaba con humor al intendente como un Dios que creaba de nuevo el “mundo de Córdoba” en 7 días, mientras varios dirigentes de distinto tipo se escapaban como Adán y Eva cuando descubrieron que estaban desnudos.

Los llamados de la gente para opinar abarrotaban las líneas de todos los medios y en forma unánime eran muestras de apoyo. Los periodistas ya habían advertido que criticar al intendente, con semejante grado de apoyo, sería un suicidio, por lo que cuidaban sus palabras a pesar de no estar de acuerdo con varias de las medidas anunciadas. En general todos apoyaban las decisiones tomadas, con pequeñas críticas respecto a la táctica de atorar a la opinión pública con anuncios constantes.

Los entrevistados que se sucedían multiplicaban sus comentarios favorables ante lo hecho en la primera jornada. “Alguien tenía que hacerlo algún día” decían. Pero varios advertían que el nivel de tensión que podría generar una secuencia de este nivel de anuncios durante 7 días podría terminar por “llevarse puesto al intendente”.

Varios vecinos entrevistados en la calle convocaban a sus pares a movilizarse para apoyarlo a Martín. “Este chico tiene que saber que no está sólo en la cruzada” comentó en voz exageradamente alta un vecino por detrás del micrófono y del reportero y con un cartel en su mano escrito con fibra que decía: “Gimenez. Llegó tu hora”. En todos los móviles de exteriores había por lo menos 100 vecinos autoconvocados con sus carteles y sus aplausos como muestra de apoyo.

“¿Qué dice la encuesta de anoche?” preguntó el intendente apenas ingresó. “Tenés un porcentaje de apoyo que supera el 85 %. Nunca se había visto este tipo de porcentajes, desde el regreso de la democracia.”

Uno de los presentes se animó a insistir con la teoría de la moderación que se había discutido el día anterior (aunque con tantos sucesos parecía que hubiera sido el mes anterior).”No es necesario que le demos este nivel de vértigo a los anuncios. La gente no está teniendo tiempo de digerir y muchos anuncios pierden efecto, porque los reporteros están comentando recién el anterior. Yo sería de la teoría de ir más despacio…”

“Jorge -respondió el intendente- eso es lo que estamos buscando. Que sean tantas medidas tomadas todas juntas que los sectores a los que estamos afectando con cada una de ellas, no tengan tiempo de reaccionar, ni de pensar cómo pararnos. Sólo vamos a parar en el momento en que veamos que la opinión pública se vuelve en contra.”

7:00 hs El vocero del intendente visita la sala de prensa de la Municipalidad y adelanta la aprobación del decreto de Reglamentación Electoral para la Ciudad, que -entre otras novedades- permitirá la creación de partidos municipales y vecinales (sin necesidad de ser parte de estructuras políticas provinciales o nacionales más grandes) para presentarse a los cargos electivos estrictamente municipales. Comenta las actividades del intendente durante ese día y adelanta la creación de un equipo, montado sobre una motor home que tendrá como nombre “la oficina del intendente en tu barrio” y que recorrerá desde el próximo mes, todos los días, durante dos horas, las calles de un barrio en particular, atendiendo a los vecinos. “El intendente en persona estará en esos recorridos”.

“También quiero anunciar, de parte del intendente, la creación de un 0-800 que empezará a funcionar desde hoy que servirá para receptar todos los reclamos e inquietudes de los vecinos así como una página web. El compromiso que le ha pedido el intendente a todo su equipo es que ninguna inquietud quede sin responder por un tiempo mayor a 72 horas en el primer mes. Luego la idea es ir mejorando ese tiempo a 48 hs en los siguientes meses, hasta poder lograr una respuesta en el mismo día antes de fin del año de gestión.”

8:00 hs. El intendente ingresa a visitar el primer CPC -Centros de Participación Comunitaria que son delegaciones de la municipalidad en barrios alejados- según se había comprometido el día anterior y antes de comenzar a recorrer cada oficina para conversar con los empleados y funcionarios hace un pequeño alto ante los periodistas que cubrían la visita.

“Quiero anunciarles la convocatoria a elecciones generales en 90 días para instrumentar un Plan de Reforma política de Córdoba en el que se elegirán a los directores de cada CPC y miembros de las juntas vecinales a través del voto de la gente. Estas autoridades tendrán poderes de decisión sobre obras, servicios y proyectos para la zona. Y no será un poder menor: el presupuesto municipal será dividido desde el próximo año en un 50 % para el Edificio Central y un 50 % para estos CPCs, porcentaje éste último que será repartido en partes iguales entre ellos. También vamos a dividir desde el año que viene los recursos humanos de la Municipalidad de igual forma: el 50% de los empleados quedarán en el edificio central y el otro 50% pasará a depender de estas autoridades descentralizadas. Serán verdaderas ciudades con verdaderos alcaldes, sirviendo a poblaciones de más de 150.000 vecinos como es el caso de las ciudades más grandes del interior de Córdoba, y tendrán gente y presupuesto a cargo. Serán ciudades dentro de la ciudad.” Ilustró el intendente con una metáfora que daba la idea de la envergadura de la reforma.

“En la misma votación dentro de 90 días por zona se elegirán los presidentes de cada uno de los centros vecinales y también los convencionales para la reforma de la Carta Orgánica Municipal. Podrán participar como candidatos de todas estas instancias, personas propuestas por los partidos tradicionales, pero también aquellos que reúnan una cantidad de firmas y fichas de afiliación suficientes como para ser representativos de su zona. Para consolidar estos partidos zonales, los vecinos tendrán 30 días a contar desde el próximo lunes. Lo que queremos con esto es que los vecinos más prestigiosos se animen a ser candidatos sin pasar por la amansadora de las internas de los grandes partidos provinciales y nacionales. Esto elevará automáticamente el nivel de la política en Córdoba.”

“La reforma de la Carta Orgánica intentará incorporar la Delegación de competencias y poderes al órgano supramunicipal que propuse ayer en el mensaje en cadena. También terminar con las listas sábanas para la selección de los concejales que ahora serán elegidos -al menos esa es nuestra propuesta y la que llevarán nuestros candidatos- a través de un sistema por circunscripción en el que habrá un concejal por cada una de las seccionales de la ciudad. Para ser candidato a concejal por cada zona, también podrán presentar candidatos estos partidos vecinales zonales. Y ojalá que llegue a ser en cada caso el vecino más reconocido por ser gente de bien. Lo bueno es que la gente sabrá al final de la elección perfectamente quién es el concejal de su zona que lo representa. Porque no será un listado de 32 como ahora, cuyos nombres y apellidos nadie conoce desde el tercero para abajo. Sino que será un concejal; el concejal de mi zona.”

“Además estas campañas zonales, permitirán que todos puedan competir sin necesidad de tener que invertir en campañas costosas. Hasta se podrá hacer puerta por puerta recorriendo el barrio y la zona. Vamos a recuperar la representatividad en el sistema político de la Ciudad de Córdoba y vamos a intentar romper con la partidocracia que ha alejado a la gente de la política.”

Mientras recorría las oficinas del CPC, las reacciones eran dispares. Uno de los empleados le dejo tendida la mano cuando el intendente quiso saludarlo. “No voy a saludar a quien viene a destruir a los empleados municipales” dijo. El intendente lo corrigió: “vengo a hacer que la sociedad respete tu trabajo, campeón, no te confundas. Si no, los cordobeses los iban a terminar linchando a ustedes” dijo, con una mueca que indicaba que lo decía mitad en serio y mitad en broma. Antes de partir le señaló a uno de sus secretarios: “este lugar es una mugre. Hay que agarrar uno por uno cada cpc y volverlos a plantear como un lugar agradable para que los vecinos concurran. Quiero que revises además la agenda de actividades que proponen estos lugares porque intuyo que no están haciendo nada más que trámites y algún que otro evento pedorro…”

10 hs El intendente ingresa al rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba a reunirse con el rector. En un reportaje radial unos minutos antes de recibirlo, este académico hace los primeros intentos de esbozar una crítica a las medidas tomadas por el intendente, cometiendo el error de asignarlo a una cuestión ideológica del intendente que es “católico y de derecha”.

El periodista Miguel Solá cierra el programa diciendo: “la cantidad de llamados y mensajes que hemos recibido en los 15 minutos posteriores a la última entrevista con el rector y sus críticas ha superado todos los records. Es verdaderamente impresionante.”

De todas maneras la visita ya estaba pautada de antemano. El intendente ingresa por la puerta histórica de la calle Obispo Trejo y se da vuelta para adelantar a la prensa y a los presentes un nuevo anuncio. El rector permaneció al lado de él, inmutable, aunque en sus ojos se notaba como una especie de arrepentimiento por haber dado el paso en falso de criticar al huésped, blindado por la opinión pública, justo antes de recibirlo.

“Amigos: quiero contarles desde esta histórica Casa de estudios, que alguna vez me tuvo como alumno, la creación del Foro de Concertación de Políticas Municipales, integrada por un representante de cada una de las 6 universidades de Córdoba, nombrado por sus cuerpos directivos, que tendrá a su cargo consensuar la normativa de la ciudad por los próximos 6 años con todos los sectores involucrados en un plazo de 180 días. El resultado de esa tarea será el “Código normativo de la ciudad” y la idea es que todos los ciudadanos puedan acceder a él de manera sencilla. Este mismo foro será el responsable de plantear un esquema de armonización con el resto de las intendencias que conforman la Región Metropolitana, con la aspiración de lograr, antes de fin de año que la normativa sea unificada entre todos los municipios de la región.”        

“¿Está enojado, Sr intendente, con las críticas que le ha hecho el rector hace un rato?” preguntó rápidamente un periodista, casi cortando el final del anuncio. “Cómo voy a estar enojado. Es perfectamente lógico que haya visiones distintas sobre lo que hay que hacer en la ciudad, sobre cómo hacerlo y sobre los tiempos.” Señaló mientras palmeaba levemente al rector por la espalda. Este último se mostraba cada vez más incómodo con la situación pero permanecía inmutable.      

“¿Por qué viene hoy a la Universidad intendente? ¿Sólo para hacer este anuncio?” disparó otro periodista. “Vengo porque en nuestra mirada estratégica de la ciudad la Universidad, y en particular la universidad nacional de Córdoba es fundamental. No habrá futuro para esta ciudad si la universidad que le dio su alma de docta, no se proyecta a horizontes internacionales y mejora su performance. Las empresas vendrán a invertir a Córdoba y pondrán aquí sus directorios, sólo si encuentran los profesionales más capacitados del país y centros de investigación acordes a los requerimientos. De todo esto quiero hablar con el Rector, anticipándole las medidas que vamos a lanzar el día seis de nuestra gestión buscando su apoyo.” Con una de cal y una de arena, Martín devolvía gentilezas al rector y había dejado traslucir que la realidad de la universidad hoy, no cumplía los estándares esperados.

Antes de ingresar a la reunión con el rector, recibe un llamado directo de su secretaria. “Intendente: hace media hora que lo está esperando sentado en su oficina Rubén Gimenez” “Dígale que me espere. Que me ha surgido una demora en lo previsto y que estaré con él allí en una hora. Ofrézcale un café y de paso acérquele todos los diarios por si los quiere leer.” “Pero Intendente!...” “Haga lo que le digo Silvia” dijo mientras cerraba el celular.

12:00 hs El intendente ingresa a la municipalidad y es interceptado por los periodistas que le preguntan sobre la reunión demorada con el sindicalista Gimenez. “No tienen más que sintonizar el canal con las cámaras que registran durante las 24 hs las reuniones que tengo tanto yo en mis oficinas como cada uno de mis funcionarios. De aquí en adelante ya nada será secreto en esta Municipalidad.”

En la sala del lado al escritorio del intendente, donde esperaba furioso Gimenez, ya se habían sentado los delegados espontáneos que habían surgido por invitación del intendente, en la manifestación del día anterior. A propósito el intendente pasó primero por allí, saludó a todos y les pidió un minuto mientras cerraba las puertas que conducen a su oficina persona, para quedarse con el sindicalista, pero cuidando que él viera que en la otra sala estaba su gente, subestimando su representación.

Cuando se sentó frente a él, Gimenez le dijo: “esta reunión no va a seguir mientras no ordenes apagar la cámara que nos filma. Yo no soy un imputado para que me anden filmando como si estuviéramos en una comisaría.” “No lo voy a hacer Rubén, es un compromiso que he asumido con la sociedad. Así que conversemos todo lo que tengamos que conversar sabiendo que todo el mundo nos está escuchando. ¿Qué objeciones tenés con respecto a las medidas que estoy tomando?”

Gimenez se levantó intempestivamente y gritó: “no te vas a salir con la tuya, pendejo de mierda”. Luego se dirigió hacia la sala de los delegados, abrió ambas puertas de un tirón y les espetó: “¿ustedes son boludos o se hacen? ¿No ven que viniendo aquí le están haciendo el juego al intendente? Ya mismo se levantan y se van conmigo.” Durante un minuto hubo un silencio lleno de tensión. El intendente, que se había levantado por detrás, retrucó: “pueden irse si quieren con Gimenez. Pero yo creo que una conversación no se le niega a ningún intendente que recién asume” Al ver que no era inmediato el cumplimiento de su orden de partir, Gimenez dio media vuelta, cerrando fuertemente la puerta tras de sí.

El quiebre de la unidad sindical que se alineaba monolíticamente desde hace más de 30 años detrás de este dirigente, de golpe había sido resquebrajado. Martín había demostrado que era un buen político a pesar de su juventud y de su inexperiencia.

Apenas se sentó con los delegados, uno de ellos reclamó: “tiene razón Gimenez. Termine con esto de filmar las reuniones que tenemos” “Si ustedes me lo piden así lo haré. Rosa -pidió por el teléfono-: ponga en stand by las cámaras que filman esta reunión. A cambio les pido sólo una cosa: levanten el paro y denme sólo 7 días -los primeros 7 días de mi gobierno- sin hacerme un paro general. Después hagan lo que quieran.” “Así lo haremos”, dijo decidido aunque con un tono exagerado quien acababa de vislumbrar que había repentinamente un margen para suplantar a Gimenez en el liderazgo del sindicato. Los demás murmuraron, pero como no estaban acostumbrados a operar en forma horizontal sin mirar las directivas que Gimenez daba solo con sus ojos, ninguno atinó a contrariar lo acordado por este nuevo líder auto ungido.        

13:30 hs. Mientras salía de esa reunión ya se reproducía en todos los medios la amenaza que Gimenez le había hecho antes de irse de su oficina. El repudio de todos los comunicadores a esa actitud mafiosa del sindicalista era unánime. También de la gente que participaba en los distintos programas.    

Por su parte el área de “prensa de la municipalidad” puso todos los micrófonos a disposición, según había indicado el intendente, para que este nuevo líder surgido en forma espontánea como delegado de las manifestaciones del día anterior, saliera ante las cámaras anunciando que “una parte de los empleados municipales hemos decidido levantar transitoriamente toda medida de fuerza, aunque seguimos expresando nuestro rechazo a los anuncios del intendente. Sin embargo, también somos vecinos de esta ciudad, y no nos parece bueno impedir el inicio de la gestión de un intendente elegido por una mayoría popular. Tal como hemos quedado le daremos un margen de 7 días para revertir estas medidas tan desacertadas que ha tomado. Si no, volveremos a la lucha.” El daño en el frente sindical estaba hecho.

Se sentó a almorzar con su círculo de confianza. “Qué hacemos nosotros, Martín? Estamos pintados mientras vos y tu gerentito se mandan la patriada!” Volvió a reclamar uno de los dirigentes. “Les pido que se muevan para armar una lista que sea invencible para las elecciones que he convocado en 90 días. Quiero tener a referentes prestigiosos, convocantes e influyentes para lograr que la reforma de la Carta Orgánica sea a fondo y para que los directores de los CPC sean tipos con los que se pueda laburar. Tengan presente que esta gente va a manejar el cincuenta por ciento del presupuesto y el cincuenta por ciento de los empleados municipales.” “¿Ahí tampoco nos vas a dejar poner la jeta?” le preguntó otro colaborador también con algún tono de reclamo por no haberlo nombrado secretario. “Por supuesto: ahí pueden estar todos ustedes. Pero seamos prácticos, muchachos. Intentemos poner gente que reúna prestigio y un nivel de aceptación en las encuestas que sea incuestionable. Si esos dos requisitos algunos de ustedes lo cubren, entonces adelante! Sino, sigo insistiendo que permanezcan en la retaguardia cubriéndome las espaldas. Ya habrá tiempo para que levanten todos su perfil. Recuerden que nuestro proyecto político es para los próximos 20 años.” La respuesta no dejó conforme a nadie.

La charla tuvo un poco de todo, así como la comida, hasta que de repente sonó una alarma en el celular del intendente. “Es para acordarme que Agustín, mi hijo, hoy recibe la medalla por Tae Kuon Do. Le prometí que iría. No la están pasando bien los chicos, porque no hay uno que no les haga un comentario sobre mi, para bien o para mal”

En el camino se cruza con una pintada que en ese mismo momento estaban haciendo unos militantes del Partido Obrero debajo de un puente: “Martín: liberal hijo de puta” decía la pintura, aunque -como estaban trabajando- todavía la última “a” no se mostraba. “Si escucharan las medidas que voy a tomar mañana, van a tener que volver para escribir “hijo de re mil puta” bromeó el intendente con el chofer y el guardaespaldas que lo acompañaba.

16 hs. La llegada del intendente al colegio fue un loquero. Se demoró 1 hora en ingresar recibiendo saludos, pedidos, reclamos, comentarios, sugerencias, consejos, muestras de apoyo. Y cuando finalmente ingresó al salón, los más de 2.000 padres y alumnos se pusieron de pie y lo aplaudieron por un largo rato.

Su hijo lo miraba sonrojado y con cierta mueca de fastidio. Cuando llegó el momento en el que le entregaban la medalla, el director del colegio tomó el micrófono y -fuera del protocolo del acto- invitó al intendente a bajar de las gradas y entregárselo en persona a su hijo. El dudó por un momento. No quería sobreactuar, pero sería descortés si se negaba a hacerlo. Pidiendo permiso, fue bajando de las gradas hasta que estuvo en el estrado. Su hijo no lo miraba con buenos ojos. Algo sucedía. Luego, cuando ya iban de regreso finalmente se sinceró: “Papá. Gracias por haber venido a este evento. Pero la próxima deja nomás, no vengas. Porque no me gusta que tu presencia haya generado toda esa demora y ese caos. Quiero ser hijo de un papa normal…”

A él se le estrujó el corazón. Estaba preparado para todo, pero no para las críticas de sus hijos. Llamó a su secretaria y pidió que anularan todos los eventos y los anuncios previsto por la tarde. “Hay dos de esos eventos en los que se ha convocado a más de 300 referentes inmobiliarios y comerciantes para darle marco a tu anuncio. ¿Qué hacemos?” “Deciles que, con lo anunciado hoy es suficiente y que lo posponemos para dentro de 48 horas….

Cuando llegó a la casa de sus suegros, advirtió a la luz del día, que el traslado de su familia allí no era una acción neutral. Todo era un desorden y en la cara de los suegros se notaba el cansancio de tener -de repente- dos adolescentes y dos niños metidos en su hogar. La mujer le dio un beso y sabiendo lo que estaba pensando y que eso lo mortificaba le dijo al oído: “no te preocupes mi amor. Yo me encargo del frente interno. Usted siga con lo suyo.”
“Por eso te quiero….” Fue la única frase hecha que atinó a decir.

Al saber que estaba allí, comenzó a sonar el timbre con vecinos que se acercaban para hacerle sus “aportes”; algunos llamados al celular y por teléfono. Hasta el guardia del barrio, dejó la moto estacionada en la calle e intentó acercarse a saludar. “No se siente bien” fue la excusa que primero se le ocurrió a Alejandra. Pero fue un error. A los quince minutos el portal de Cadena 2 titulaba como noticia principal: “El intendente ha sufrido una descompensación y está en casa de sus suegros”. Todos los medios se hicieron eco de la noticia. El celular comenzó a sonar, pero esta vez eran sus colaboradores que querían saber que había ocurrido. Tampoco allí podría estar tranquilo.

A la media hora dos móviles de medios de comunicación, sin saber cómo los habían autorizado a ingresar, siendo un barrio cerrado, se apostaban frente a la casa de sus suegros con una cámara en vivo permanente y una reportera a la espera de novedades. Desde el piso de los noticieros que ya comenzaban su edición de las 19 hs se hacían algunas conjeturas. “Está sometido a demasiada presión este joven intendente. No me extraña que sufra algún tipo de descompensación”

“Agustín: la salida en bicicleta la vamos a tener que suspender sabes?” nuevamente esa sensación de no ser el padre que su único hijo varón quisiera tener. “Está bien papá, no te preocupes” dijo él sin mayor convicción.

Por la televisión repentinamente apareció entrevistado, la joven que le había hecho unos análisis de sangre de rutina la semana anterior. “Si, al intendente le dio muy alto el colesterol con más de 280 puntos y también los triglicéridos. No me extraña la noticia que ahora esté mal” “Que manera de hablar al pedo” murmuró su suegro. “Martín, salí ya y cortá esta bola de nieve, porque va a afectar tu performance. Mañana en lugar de titular con los anuncios que hiciste hoy van a poner en duda tu salud.” Su suegro, aunque ya retirado, había hecho política en sus años de juventud. Y conocía suficiente como para dar un consejo de sentido común.

El ya se había puesto unas bermudas informales y unas crocs. “Qué decís Alejandra. ¿Me cambió para salir y aclarar ante las cámaras? ¿O puedo salir así nomás?”

Un instante después se abrió la puerta y salió el intendente con sus bermudas y su remera. Esperó a que las cámaras y los reporteros lo rodearan y habló. “Gracias por las preocupaciones que han demostrado todos. Pero no me pasa absolutamente nada. Estoy perfectamente de salud, más sano y fuerte que nunca y concentrado en el desafío que estamos llevando adelante en estos primeros 7 días de gobierno. Hoy me pareció que la convocatoria a elecciones y otras medidas anunciadas eran suficientemente importantes como para no seguir cargando la agenda, por lo que he pospuesto los otros anuncios. Y decidí venirme a estar un rato con la familia. Estoy intentando romper con ese paradigma tan complicado que sentencia que uno no puede ser un buen político y un buen padre así como un buen esposo. En este sentido les pido su apoyo espiritual y sus oraciones. Porque estoy dispuesto a dejar todo por la ciudad y la municipalidad, sólo si mi familia me apoya como lo está haciendo ahora. Aprovecho para agradecer públicamente el amor y el apoyo incondicional de Alejandra, mi mujer y compañera. Sin ella, nada de esto que estoy encarando sería posible”


Este mensaje era la medida que faltaba para alinear en forma incondicional todos los corazones de los vecinos de Córdoba, particularmente de las mujeres. “Mirá si alguna vez serías capaz de decirme eso vos, carajo” le dijo una mujer a su marido, mientras veían al intendente en la pantalla. “Es un calzonudo” respondió el hombre, pero en broma, porque él también había comprado este discurso familiar. “Por fin un tipo que tenga valores y que no sea un gran hijo de puta puertas adentro.”