Por qué banco al Papa Francisco



Seguir a Jesús es un asunto complejo (siempre lo fue). Porque sus planteos sobre cómo debemos amar a nuestros hermanos, como preparación a la vida eterna, son difíciles de cumplir. El es –en este sentido- el “nunca bastante”.

Ha habido muchos santos que lo han logrado. Pero si hay uno que podríamos decir es un modelo de cumplimiento de lo que Jesús nos ha recomendado hacer para ser felices fue San Francisco de Asis, el hombre que se desnudó para dejar todo y dedicarse a amar a la humanidad y a la naturaleza, sabiendo que todo lo demás “viene por añadidura”.

¿Por qué toda esta introducción? Porque la Iglesia necesitaba volver a Jesús (y volver a Francisco). Y fue este papa argentino, el Cura Bergoglio, llegado desde los confines del mundo (como el mismo se presentó) quien ya desde su nombre papal –Francisco-, hasta su visión, su discurso y sus actitudes, ha marcado el comienzo de este camino de renovación profunda.