El Nuevo gabinete de Schiaretti no aparece como un "gabinete transformador"



Tengamos presente que el ciclo del peronismo gobernando Córdoba lleva 22 años. Todo lo bueno que uno pueda ver y todo lo malo o lo pendiente no tiene otro responsable que ellos. 

Schiaretti asume un nuevo gobierno. Y la duda -que siempre se da cuando un gobernante se perpetúa en el poder- es si podrá ser capaz de generar un cambio profundo desde su propia "estabilidad" como grupo de poder, con la conciencia de que Córdoba sigue a mitad de camino. Y que la provincia todavía tiene muchas "asignaturas pendientes". 

"¿Para qué cambiar si nos siguen eligiendo?" podría ser el consejo de cualquier gurú de marketing político. Esa es la alternativa que diferencia a un político de un estadista. En efecto la tentación de mantener el "status quo" para evitar sorpresas es comprensible. Pero a los cordobeses no nos conviene. Necesitamos gente capaz, renovada, que lleve la competitividad de esta provincia hacia el umbral requerido.

El nuevo gabinete del gobernador ha dilucidado la cuestión. Todo indica que se decidió por la conservación del poder. No tomar riesgos. Hacer mínimos cambios para que nada cambie.

¡A TRABAJAR! El kirchnerismo ya despliega su estrategia "de manual".


¡A TRABAJAR!

El kirchnerismo ya comienzó a desplegar su típica estrategia de manual: ataca dos poderes desprestigiados, sabiendo que la gente "no saldrá a defenderlos" tratando de doblegarlos, así no los molestan en su nuevo intento de "quedarse con todo".

El primero es la Justicia: anunciaron que reformarán la Justicia, que a primera vista podria ser un objetivo prioritario y valioso, pero que en este caso no es otra cosa que garantizar la impunidad para los suyos y en particular para Cristina de Kirchner.

Y el segundo son los medios de comunicación: Fernandez habló de reformular la publicidad oficial a los medios de comunicación. Y anuncia con tono solemne que volcarán esos fondos a educación de los jóvenes. ¡Quién podría estar en contra de semejante propósito! Pero en su estrategia es avanzar con contenidos en la ideologización de la educación como ya lo intentaron en el anterior gobierno sobre el sistema educativo y sojuzgar a los medios independientes que tienen como un ingreso importante a la pauta oficial.