Indignación: la materia prima para construir la Argentina (post-cuarentena). ¡Indignate!



Cuando un argentino como vos y yo, que trabaja para mantener a su familia (y sufre la incertidumbre de este contexto de Cuarentena), ve que otra vez hay posibilidades de que gane la impunidad... ¡nos indignamos! 

Eso es bueno, querido compatriota! 

Quiere decir que, a pesar de que vivimos desde hace tantos años en uno de los países más corruptos de la tierra, sin embargo no nos acostumbramos y no nos conformamos. Nuestra moralidad sigue en pie y con la vara alta. 

Ese sentimiento no hay que aplacarlo, porque es positivo. Incluso tal vez no seamos ciudadanos ni contribuyentes perfectos (y remarcándonos eso pretenden mantenernos silenciados). Pero sabemos distinguir los pequeños desvíos de verdaderos saqueos estructurales al Estado (y por lo tanto a lo más pobres). A todos. A nuestra Argentina la han destruido. Y la han destruido los corruptos.