Córdoba no puede dormirse "en los laureles" de ser la segunda provincia del país en importancia, compitiendo con Santa Fe. Hay 5 saltos en el desarrollo de Córdoba que, si los cordobeses no los proclamamos con la fuerza necesaria, nuestros dirigentes caerán en "zona de confort" y al final quedaremos a mitad de camino.
1. El salto de la materia prima al valor agregado. La naturaleza nos ha bendecido a los cordobeses con ser parte de esa pampa húmeda con capacidad para producir granos para millones de personas en todo el mundo. El campo es hoy la gran fuente de ingresos y desarrollo provincial. Pero no podemos quedarnos allí. Para que haya empleo para todos necesitamos que esos granos pasen a ser industrializados en alimentos con valor agregado. Que pasen a alimentar vacas y cerdos. Y que esa carne sea elaborada en productos que podamos exportar al mundo. Hoy sólo tenemos 2 o 3 empresas que han logrado proyectarse en este sentido (ARCOR, AGD, etc) Necesitamos por lo menos 100 empresas como ARCOR.
2. El salto del turismo concentrado en dos meses y masivo a un turismo internacional que nos visite todo el año. Otra gran fortaleza de nuestra provincia son sus sierras, sus ríos y sus paisajes así como su cultura y gastronomía. Pero pasan los años y el turismo sigue concentrando 6 millones de visitantes en dos meses con todo el peligro que puede producir semejante impacto medioambiental. Y el resto del año apenas subsisten los emprendimientos. Eso impide que inviertan, que se desarrollen, que tomen nuevos puestos de trabajo, que diversifiquen la propuesta para que el turista (y mejor aún si es un turista internacional) venga a quedarse en Abril o en Septiembre una semana entera.
Esta materia, más allá de lo que pretenda vendernos el gobierno provincial, todavía está pendiente.
3. El salto de "Córdoba la docta" a "Córdoba la innovadora"Gracias a los jesuitas, Córdoba tiene incorporado en su ADN su afición por el conocimiento. Somos la Córdoba universitaria con una universidad nacional histórica y universidades privadas que se han desarrollado. Pero aún no hemos dado el salto para que estas unidades se conecten con el mundo de las empresas y avancen en la investigación y el desarrollo para desarrollar patentes de invención, innovaciones reales que puedan ser introducidas al circuito productivo. Hoy sigue siendo un "prurito" hablar de la relación entre la universidad y la empresa, en los claustros de la UNC y eso no puede ser! Hay facultades, donde por el contrario, se sigue forjando un discurso perimido y politizado que retrotrae 50 años en el tiempo (y eso lo pueden hacer tranquilos porque se aprovechan de la universidad pública y gratuita sin sentir que tienen que darle a la sociedad nada a cambio en términos de desarrollo económico). El cambio tiene que empezar desde los colegios secundarios y primarios.
4. El salto del "asistencialismo social" al "desarrollo social".Seguimos distribuyendo una parte importante del presupuesto provincial (y de los impuestos que pagamos todos los cordobeses) para que las personas marginadas de nuestra comunidad reciban salud pública de calidad, educación, acceso a la vivienda, y demás derechos básicos. Pero no hemos dado el salto para que estas prestaciones lleguen a las personas con eficiencia y les permita dar el salto hacia el desarrollo. La burocracia, los punteros, la corrupción, el mal manejo de la política social y de educación, hace que Córdoba mantenga en paz a su gente vulnerable, pero no que se desarrollen y se incorporen a la clase media. Hay barrios enteros en las ciudades más grandes y particularmente en Córdoba donde el Estado ha desaparecido y los que dirigen son los narcotraficantes. El vecino de a pie, observa que la policía que vigila su barrio, no es confiable, que la ayuda social a veces la entrega el puntero político, que se multiplican los comedores populares financiados por el Estado, pero no los centros de enseñanzas de oficio, y siente que el Estado no es su promotor, sino que al final, es al que le conviene que se mantenga "pobre" y "marginado".
5. El salto del poder en manos de la política al poder en manos de la comunidad.Se que suena a utopía. Pero Córdoba sólo se va a desarrollar en forma sustentable si ese impulso viene desde la comunidad, desde la gente y de sus organizaciones comunitarias y privadas y no siempre desde los políticos y del Estado. Tal vez éste sea el salto más importante: que la gestión del cambio de los cuatro puntos anteriores, sea llevado adelante por las ONGs, las propias universidades, las cámaras profesionales, las iglesias, las cooperativas, los clubes, los entes, las empresas y la iniciativa privada.
Hoy todas esas instituciones están aplastadas, sin financiamiento. Como pagamos tantos impuestos, a los ciudadanos nos les cabe canalizar recursos extras hacia estas organizaciones (salvo un grupo pequeño de gente solidaria con las instituciones a las que pertenecen).
El gran salto que podría dar Schiaretti a nivel provincial y Llaryora a nivel municipal es pensar sus gobiernos como proceso de traslación de recursos y poder de decisión a la Sociedad Civil. Para que "los gobiernos pasen, pero estas instituciones se fortalezcan y queden". Para que sea la sociedad y no el gobierno el que lleva adelante las tareas de largo plazo que muchas veces la política no está dispuesta a realizar."
En algún momento, propusimos que los cordobeses pudieran canalizar el 5% de sus impuestos provinciales y municipales en forma directa a una o varias instituciones de la sociedad civil, por supuestos, validadas por la ley. Eso sería un verdadero salto y una revolución social.
