El Nuevo gabinete de Schiaretti no aparece como un "gabinete transformador"



Tengamos presente que el ciclo del peronismo gobernando Córdoba lleva 22 años. Todo lo bueno que uno pueda ver y todo lo malo o lo pendiente no tiene otro responsable que ellos. 

Schiaretti asume un nuevo gobierno. Y la duda -que siempre se da cuando un gobernante se perpetúa en el poder- es si podrá ser capaz de generar un cambio profundo desde su propia "estabilidad" como grupo de poder, con la conciencia de que Córdoba sigue a mitad de camino. Y que la provincia todavía tiene muchas "asignaturas pendientes". 

"¿Para qué cambiar si nos siguen eligiendo?" podría ser el consejo de cualquier gurú de marketing político. Esa es la alternativa que diferencia a un político de un estadista. En efecto la tentación de mantener el "status quo" para evitar sorpresas es comprensible. Pero a los cordobeses no nos conviene. Necesitamos gente capaz, renovada, que lleve la competitividad de esta provincia hacia el umbral requerido.

El nuevo gabinete del gobernador ha dilucidado la cuestión. Todo indica que se decidió por la conservación del poder. No tomar riesgos. Hacer mínimos cambios para que nada cambie.
Revisemos algunos casos a modo de ejemplo.

El Ministro de Educación, Walter Grahovac lo es desde el año 2007 en forma ininterrumpida. En lo personal valoro a Walter con quien incluso pude trabajar bien cuando fui Secretario de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico en el año 2009.- Pero ¿Está la educación pública en Córdoba en tal situación que merezca mantener todo igual?¿Están las escuelas públicas provinciales dando señales de que su nivel educativo no necesita un shock que revierta la tendencia a la decadencia? ¿La Universidad provincial está descollando en su proyección nacional e internacional?

En Desarrollo Social, va Juan Carlos Massei, un hombre valioso de la política de Córdoba. Pero que ya fue Ministro en su momento y ha sido Ministro de Seguridad y de Gobierno. ¿Qué cosa nueva puede generar? ¿Cuál es su plan disruptivo para disminuir el asistencialismo en la provincia y reemplazarlo por verdaderas políticas de desarrollo social genuino? ¿Cómo va a hacer para que la presencia del Estado Provincial en los barrios críticos donde se pelea cuerpo a cuerpo con el narcotráfico sea realmente incidencial y determinante y no como hoy que tiene casi un efecto neutro?

En Industria y Comercio va el ex intendente de Villa María Eduardo Acastello, quien tiene todavía cuestiones pendientes que explicar ante la Justicia por presuntos casos de corrupción. Acastello ya fue de todo en estos 20 años. ¿Qué idea nueva tiene para aportar en esta coyuntura?¿O sólo se trata del posible vínculo que tiene con el kirchnerismo y la posibilidad de que abra esa puerta hoy cerrada?

El Ministro de Seguridad, una de las principales materias no aprobadas por el peronismo en todos estos años, es el que venía siendo Secretario de Seguridad. ¿No valdría la pena aquí dar un shock sobre las estructuras policiales de la provincia para transparentarlas, profesionalizarlas, vincularlas con la Justicia y con la investigación e incluso soñar con instancias más complejas donde verdaderamente puedan enfrentar a las mafias y redes de narcotráfico que operan sobre la provincia?

En trabajo está Omar Sereno que ya lo fue durante cuatro años. ¿Alguien recuerda algo trascendente que haya hecho este ministro por los cordobeses?

Entiendo que puedan continuar Ricardo Sosa en Obras Públicas porque todavía hay que avanzar en varias que están a mitad de ejecución. Así como Fabián Lopez y Osvaldo Giordano quien se ha destacado por hacer una buena gestión económica y financiera.

La única novedad es la creación de un "ministerio de la mujer" que -más allá de quien esté al frente de esa instancia, está claro que no resiste un análisis en profundidad y tiene más que ver con la intención de un gobierno de quedar bien con una tendencia de la sociedad, pero que no requiere escalar hasta la categoría de "ministerio".

Mi observación va más allá de cualquier intención política y tiene más que ver con la mirada de un ciudadano que ve, ante el nuevo gabinete, que transcurriremos cuatro años de "mantenimiento de lo que ya hicimos" en lugar de ir por todo lo que todavía nos queda por hacer. 

Espero equivocarme en la percepción -sincertamente lo digo- pero la experiencia histórica (y la propia experiencia de vida me indica que probablemente el tiempo me de la razón)