¿Qué deberíamos pedirle al nuevo intendente de Córdoba?

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Todos tenemos al futuro del país como la principal preocupación en estos días. Pero en términos de nuestra vida concreta, el gobierno municipal de la ciudad donde vivimos y trabajamos diariamente, es clave.

Además es donde podemos ejercer nuestra presión ciudadana de una manera más efectiva y concreta. “Si quieres hacer algo por el país, comienza por involucrarte en las cuestiones de tu ciudad”. Córdoba -además- ha sufrido muchos gobiernos mediocres.

El próximo intendente, Martín Llaryora, no puede ser sólo “el delegado de Schiaretti” en el Palacio 6 de Julio (no debería) ni el adlater de Alejandra Vigo, la esposa del gobernador, al parecer muy predispuesta a ejercer su poder. 

Si quiere trascender deberá actuar no sólo como político, sino también como un estadista, representante de una nueva generación de administradores de la cosa pública. Está gobernando la 2da ciudad más importante del país.

¿Qué deberíamos pedirle además de lo normal (que ya parece una epopeya): que levante la basura, que el transporte pase a horario, que corten el pasto, y que cambie los foquitos de la luz?

A ver si estamos todos de acuerdo con este “listado” de cuestiones urgentes y cuestiones importantes:


·         Que no se largue a nombrar gente. Que no tengamos que sufrir de nuevo que llene de peronistas de la ciudad todas las reparticiones en devolución de favores. Y si hay que nombrar personas porque es imprescindible que nos asegure que será por concurso público.

·       Que se anime a terminar con el proceso de descentralizar la ciudad en varias comunas dirigidas por un funcionario electo por los vecinos de la zona, con base en cada uno de los CPCs.

·       Que tenga coraje para organizar el sistema de transporte de la ciudad, priorizando lo que más nos convenga a los vecinos y no a la UTA o la FETAP, los taxis o los remises. Hay que integrar el sistema de transporte interurbano de las ciudades de la región con el urbano en un solo sistema (para esto tiene que utilizar la relación directa con el gobernador)
Si vamos a promover la utilización de medios alternativos de transporte (bicicletas por ejemplo) que es una buena política urbana, lo hagamos bien y no “para la foto”.

·       No podemos seguir sin reciclar la basura en Córdoba. ¡Es una vergüenza! Pero si reciclamos en origen, reciclemos en destino (si no, es una burla). Tal vez haya que discutir si el basurero tiene que pasar todos los días, aunque sea antipopular esa propuesta. Lo hagamos si eso nos permite ahorrar y acelerar el salto hacia el reciclaje.

·       Es una obligación y una urgencia absoluta garantizar que el Río Suquía entre limpio y se vaya limpio de nuestra ciudad. La forma en que volcamos líquidos cloacales hoy es una aberración. Proponernos que no más allá de 8 años, el 100% de la ciudad tenga cloacas, es el gran desafío ambiental de la próxima gestión.

·       Hay un tema que no aparece en las urgencias. Pero que es verdaderamente trascendental para toda la región. Hay que sentar a los 14 intendentes del Gran Córdoba y conformar un gobierno metropolitano, incluso delegando en forma voluntaria algunos poderes para que se pueda planificar en conjunto ciertas soluciones integrales respecto del Agua Potable, las Cloacas, los espacios verdes, la basura y el transporte. (aquí también es clave la relación directo con el gobernador)

·       Podemos avanzar, si hay liderazgo de parte del próximo intendente, hacia la creación de más y mejores empleos en blanco en Córdoba ¿Se puede hacer algo desde lo municipal? Por supuesto. Ya no son los países, ni las provincias; son las ciudades las que atraen inversiones, lideran procesos económicos e incluso compiten entre sí. Si los inversores y emprendedores encuentran que la ciudad está enfocada en un proyecto de largo plazo, tendrán seguridad jurídica y confianza para establecer aquí sus proyectos de desarrollo

·       Una posibilidad concreta es, por ejemplo hacer foco en el turismo como fuente de trabajo sustentable. Podemos convertir al turismo en una de las principales actividades económicas creadoras de empleo en la ciudad. Nos planteemos 4 objetivos muy concretos para los próximos 8 años:
o   que visiten más personas nuestra ciudad;
o   que duerman más turistas y cada vez más noches;
o   que coman más personas en nuestra propuesta gastronómica;
o   y que compren más personas en nuestros comercios, tiendas y shoppings y cada vez mayor cantidad.

Acordemos promocionar Córdoba en 4 mercados:
o   El turismo interprovincial, con un calendario ambicioso de actividades que los motive a venir todo el año
o   El mercado turístico de mayor poder adquisitivo con propuestas exclusivas;
o   El turismo sudamericano -Chile, Uruguay, Brasil, Perú-
o   y un énfasis muy particular en la conquista del turismo internacional.

Nos posicionemos turísticamente sobre 6 pilares fuertes
1.     La Córdoba multireligiosa. con eventos donde participen los diversos credos
2.     La Córdoba deportiva. Una mayor explotación a la convocatoria a deportes en la región.
3.     La Córdoba gastronómica.
4.     La Córdoba Universitaria. en el mes del estudiante (septiembre),
5.     La Córdoba Navideña. Bajo la consigna “las compras de diciembre venga a hacerlas en Córdoba”.
6.   La Córdoba del Verano. La apuesta más fuerte es que Córdoba se integre al verano de las sierras y se convierta en el centro de referencia para todos los turistas de la zona  


·       Sin embargo, el futuro más desafiante para nuestra ciudad es volver a posicionarnos como la “Ciudad del conocimiento”. La Docta no puede ser sólo fuente de melancolía sino el eje que nos aglutine hacia el futuro. Las empresas vendrán, si Córdoba sigue trabajando, con mucho más velocidad y profundidad de lo que lo hace hoy en la educación de excelencia y el desarrollo de su capital humano. El hecho de tener las 6 universidades que tenemos es la base. Pero no podemos quedarnos sólo con eso.

¿Podemos pensar que en al algún momento desde la Municipalidad podamos becar 300 graduados universitarios y terciarios por año para que se perfeccionen en el exterior en los rubros que son estratégicos para el desarrollo de Córdoba, con el compromiso de volver? Se que hoy suena imposible pero lo tenemos que tener como desafío a alcanzar.

·       Tenemos posibilidades de consolidarnos, si nos los proponemos, como referentes regionales en estos 10 sectores claves:- Córdoba Centro Turístico Internacional y de convenciones- Córdoba Centro Universitario del Cono Sur.- Córdoba Centro Logístico del MERCOSUR- Centro Médico de Alta Complejidad- Centro de Desarrollo Agroalimentario- Centro Aeronáutico y espacial- Centro de Desarrollo Metalmecánica- Centro de Desarrollo Tecnológico- Centro Multicultural y Religioso- Centro Financiero Comercial

·       En una campaña nacional “Invierta en la Ciudad de Córdoba” salgamos a seducir a las empresas para que radiquen sus sedes en Córdoba, compitiendo en forma expresa y decidida con Buenos Aires y con Rosario.

·       Tal vez la acción más estratégica que puede hacer Llaryora aprovechando que está en sintonía con el gobernador y que puede llegar al nuevo presidente peronista es pedir a la Nación la transferencia de los terrenos militares entre Córdoba y Carlos Paz para garantizarnos lo que indudablemente es la ciudad del futuro, de los próximos 50 años. Ese predio puede catapultar a la región o –mal manejado- puede ser nuestra ruina.

·       Volviendo sobre la realidad micro de nuestra ciudad, pero igual de importante que la macro, hay una necesidad estratégica de ayudar a reconvertir ciertas zonas muy deprimidas, que –sin embargo- tienen un gran potencial. Alentemos las zonas comerciales de los barrios para que se conviertan en centro comerciales en potencia. Un caso paradigmático es la Avenida juan B. Justo o Alem o Patria, que tienen todo para proyectarse pero hoy son un foto triste del pasado.

·       Hay una experiencia que quedó muy mal percibida por los cordobeses en la época de Kammerath como es la de promover el desarrollo de emprendimientos comerciales en parques, plazas y paseos. Pero que en sí misma es una política muy interesante para lograr cuidado, desarrollo y la generación de un círculo virtuoso en esos ámbitos.

·       En esa misma línea, hay estructuras municipales que tienen que funcionar bien como es el Chateau Carreras, el Teatro Griego y la pileta Municipal. ¿Qué vamos a hacer con el zoológico y esos animales que hoy ya no generan admiración sino tristeza y sentimiento de culpa? Otro tanto con el Superpark y –en otro marco- los clubes municipales de barrio que podrían tener una proyección mucho mayor que la que hoy tienen.

·       Volvamos a los temas más complejos (porque su solución es compleja). La seguridad se sigue insistiendo que no es un problema municipal, sino que atañe a la provincia y a la Nación. Pero mientras tanto, más de 40 barrios son tomados por el narcotráfico y están generando una cultura de marginación peligrosa. Allí ninguno de los niveles del Estado (nacional, provincial y municipal) están llegando con eficacia. Es la “favelización de los barrios de Córdoba” que supe denunciar haca 10 años cuando renuncié a la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico por la indiferencia del entonces ministro de seguridad.

¿Qué puede hacer Llaryora desde la Municipalidad? Además de las cuestiones básicas que el municipio debe garantizar (luminarias, desmalezados, transporte en horarios críticos, etc) hay que estudiar una cuestión compleja pero necesaria como es el nacimiento de la Policía Comunitaria Municipal. Una entidad que debería combinar los esfuerzos de las guardias privadas que se extienden por toda la ciudad y muchos barrios de clase media, media alta y alta con los equipos de la policía provincial y federal así como otras fuerzas federales involucradas en Córdoba. Y a esas fuerzas habría que sumar algunos comandos no numerosos pero si eficientes y equipados con tecnología para movilizarse rápidamente en las zonas donde sabemos que hay problemas (madrugada en la circunvalación, zona de los boliches y de los cuarteros, costanera, centro durante la semana en lo que hace a robo de carteras y de dinero que la gente saca de los bancos, etc. Los propios “zorros grises” deberían ser reconvertidos en agentes multi-propósito ya que están en la calle en lugares claves y podrían cumplir competencias más amplias.

El fenómeno de la seguridad en Córdoba, no puede ser tomado con superficialidad. En su momento hicimos un informe completo sobre esta cuestióny una propuesta que sigue teniendo vigencia.

·       Está claro que una política de seguridad es la contracara de la misma moneda de lo social. ¿De qué vale generar trabajo si tenemos gente que no está capacitada para trabajar? Hacia la capacitación tenemos que orientar todos nuestros esfuerzos. Transformemos los planes de entrega masiva de vales y subsidios, en un programa integral de capacitación para volver al trabajo. Lo que “reparten” en Córdoba los distintos gobiernos tiene que estar en la agenda de Llaryora para convertir esos recursos en políticas de transformación social y no en clientelismo. (el kirchnerismo ya intentó su abordaje con “milanesa para todos”, incursiones de La Campora en los colegios secundarios de Córdoba, etc)
·       Tiene que haber un compromiso real por ordenar la noche de Córdoba, que se desarrolla con nulos controles viales, de alcoholemia, de habilitaciones efectivas de lugares para jóvenes (habilitados generalmente bajo sospechas de corrupción por parte de inspectores y funcionarios municipales). Esta cuestión debiera estar entre las prioridades y urgencias de Llaryora.
·       Hay dos temas que nunca son urgentes, pero que son importantísimos porque están en la génesis de una transformación profunda de la ciudad.

El primero es el empoderamiento de los vecinos, para que sean protagonistas de su propia ciudad. Hoy estamos lejos de esto. Incluso no hay educación en este tipo de involucramientos.
La Ciudad tiene un rol importante que cumplir en la educación formal e informal de los vecinos:
  1. Educación para la participación ciudadana y el desarrollo del espíritu comunitario
  2. Educación en la Responsabilidad Individual y respeto por la ley (normas viales y normas de convivencia)
  3. Educación para la familia (alimentación, salud, dialogo, embarazos adolescentes, etc)
  4. Educación Medio-ambiental
Hoy la Municipalidad está haciendo un esfuerzo importante por mantener unas escuelas municipales que ya no cumplen el rol que tuvieron cuando nacieron en un marco de precariedad y marginación en las periferias de Córdoba. Hoy esas escuelas pueden ser transferidas al nivel provincial junto con hospitales cuya atención excede la órbita municipal (como es el Hospital de Urgencias por ejemplo).

Si no se produce esta transferencia hay que estudiar si estas escuelas municipales no pueden convertirse en Centros Comunitarios de Contención y enseñanza de oficios.

En la misma línea tenemos que fortalecer la Sociedad Civil que hoy está virtualmente desaparecida en Córdoba por falta de fondos, apoyo y estructura (salvo aquellas instituciones que tienen un vínculo con los gobiernos y la política que –en muchos casos- desnaturaliza su función de “organizaciones no gubernamentales”.  En su momento propusimos que un 5% de los impuestos municipales los vecinos puedan decidir redirigirlos en forma automática a las instituciones que prefieran (siempre que cumplan con todos los requisitos legales)

·       Incluso, habría que contemplar la construcción de la “Ciudad” de las ong: un conjunto de edificios paradigmáticos con todos los servicios para concentrar la acción del 3er Sector y facilitar la participación de los ciudadanos (oficinas, salas de conferencias, Internet, pequeño estudio de Televisión para que produzcan sus materiales de comunicación, imprenta, etc. Se construirá en la zona del ex Mercado de Abastos junto al edificio que se ha licitado en esta gestión para el Concejo Deliberante, de modo de producir una sinergia entre el órgano político y la Sociedad Civil de Córdoba.

Lograr una ciudad que cada vez dependa menos de sus políticos y más de su propia iniciativa privada y social, es un norte que debe inspirar las acciones de largo plazo como las que acabo de esbozar a modo de ejemplo.

·       Hay una deuda que mantiene la anterior gestión con las personas con discapacidades que conviven con nosotros. Integremos a las personas con capacidades especiales. Les prometieron que al menos el 80% del transporte público estaría adaptado para que puedan movilizarse. Y no se ha superado ni el 5%.

Acordemos una asignación dentro del presupuesto municipal para financiar la transformación paulatina del Sistema público de Transporte, Edificios Públicos y las diversas zonas de la ciudad para facilitar la accesibilidad y movilidad de las personas con discapacidad.

·       Acciones sociales efectivas y sustentables. No me quiero extender aquí, pero menciono dos ejemplos: Un Bono de la Tercera Edad para que sea entregado a las personas mayores que lo soliciten y que pueda utilizarse para acceder a espectáculos artísticos y culturales, cursos y actividades de recreación y turismo. El empresario que lo reciba luego lo debería poder canjear por dinero en la Municipalidad de Córdoba o descontar del pago de sus impuestos o tasas.

El otro ejemplo son las “Olimpiadas de la Ciudad”. En coordinación con los CPCs, podemos desarrollar el deporte en los barrios como método de contención y de promoción de valores, especialmente de la Juventud. Hay que darle marco a estas olimpíadas para que garanticen una gran atracción a la participación (premios especiales, acuerdos con TV y Radio para su difusión, sponsorización de remeras, finales en el Chateau, etc)

·       Hay un último pedido en el que tal vez no estemos todos de acuerdo. Pero que vale la pena potenciar:


 
Córdoba como Capital de la Fe. Hablo de una alianza estratégica con los diversos credos que conviven en forma armónica para desarrollar un conjunto de acciones que desarrollen en Córdoba la Fe y la caridad, el desarrollo de la familia y el espíritu de tolerancia.

Estas acciones, a su vez, deben servir para que Córdoba se proyecte a nivel regional e internacional como un centro de referencia espiritual y Sede de Organizaciones Internacionales de diversos credos.

Creo que todos coincidimos en que el fortalecimiento de estos vínculos es fundamental para la contención social, para disminuir la violencia y la desintegración familiar, para el aliento a la participación y el desarrollo del espíritu comunitario.

Para poder llevar adelante todas estas trasformaciones, en uno o dos mandatos, Llaryora va a tener que elegir si lo hace con viejos criterios de gobierno y gestión que han demostrado su fracaso. O se atreve (como joven dirigente que es) a innovar en criterios de gobierno para modernizar el gobierno de la ciudad. Al final de cuenta es el “Gerente” de una de las “empresas” más grande de la Argentina por el presupuesto que administra, las responsabilidades que tiene a su cargo y la cantidad de empleados.


Los que estudiamos Administración Pública, sabemos que hace 20 años se suceden casos exitosos en todo el mundo, en los que se "reinventa el gobierno" en base a 10 principios básicos:

1.     Mejor llevar el timón desde el Gobierno que remar (que reme la actividad privada o los terceros reservando a la municipalidad el control)

2.     Gobierno propiedad de la comunidad (no del intendente de turno o del sindicato)
 
3.     Gobierno competitivo: competitividad en la prestación de servicios,

4.     Gobierno inspirado en objetivos,

5.     Gobierno dirigido a resultados,

6.     Gobierno inspirado en “el cliente” que somos los ciudadanos. La prioridad debe ser satisfacer las necesidades del cliente, no las de la burocracia,
 
7.     Gobierno que invierta, no que "gaste",

8.     Gobierno previsor: más vale prevenir que curar,

9.     Gobierno descentralizado: de la jerarquía a la participación y el trabajo en equipo.

10.  Gobierno orientado al mercado.

¿Por qué en ningún momento hablo de la desigualdad, que es tan obscena en nuestra ciudad, en un mosaico de zonas en las que conviven barrios cerrados, barrios abiertos pero que prosperan y barrios marginales que les hace falta todo?
Porque estoy convencido que políticas como las que aquí detallamos, pueden cambiar esa situación estructural y hacer que nuestra ciudad genere oportunidades para todos.

¿Será capaz Llaryora de lograrlo?
 
Esperemos que si, por el bien de todos.