Córdoba necesita hoy una muy gruesa “sintonía fina”


Queremos hacer nuestro aporte sobre los grandes temas pendientes de Córdoba, para que reflexionemos -como ciudadanos y como Sociedad Civil- de cara a esta nueva elección provincial 2019.

Está claro que, más allá de los avances en obras que hemos tenido, luego de tantos años de estancamiento, todavía hay muchos cambios importantes y urgentes.

Pero el problema es que esos cambios requieren otra mentalidad: no podemos seguir solucionando las cosas con acciones cuantitativas, ampulosas y de gran impacto popular. Ha llegado la hora de aplicar inteligencia para lograr la necesaria “sintonía fina”.

El desafío no es menor porque son ámbitos tan cruciales lo que necesitan esta sintonía fina, (son tan gruesas las deficiencias de innovación en este sentido) que si no cambiamos de perspectiva, lo que estaremos haciendo es "echar más leña al fuego".

Sintonía final a nivel institucional. 
En Córdoba las instituciones parecieran que funcionan, pero no funcionan. Y eso ha permitido un enorme sistema de corrupción y discrecionalidad.

1.   Los tres poderes del Estado no funcionan como tal. El Legislativo no tiene independencia ni capacidad para controlar al Poder Ejecutivo ni al Judicial. Allí está todo por hacerse: desde la manera que elegimos a los legisladores (hoy a través de una terrorífica lista sábana) hasta la forma en que estudian, debaten y se establecen las leyes y cómo se controla. Hoy el Legislativo podría no existir y nada sucedería en Córdoba. Y eso es muy peligroso para la democracia y la República.

2.   La justicia tampoco controla al poder. El "fuero anticorrupción" ha sido una risa todos estos años, sin que ningún funcionario del ejecutivo o del judicial se haya puesto colorado por semejante impunidad. El Fiscal General que es el "jefe de los responsables de investigar" lo pone el ejecutivo y así se asegura que no lo controle.

3.   El Tribunal de Cuentas Provincial, que supuestamente controla la correcta ejecución del presupuesto, tiene mayoría asegurada por el sistema de votación vigente, del mismo partido que el gobernador. Por lo que no hay control asegurado allí. Como tampoco en los Entes de control como el ERSEP y otros que no tienen la fuerza suficiente ni la independencia para hacerlo.

4.   Aquí hubo un grave defalco al Registro de la Propiedad de la Provincia de Córdoba durante estos años de gobierno. Pero la investigación y las correcciones fueron muy limitadas. Y nadie nos garantiza que no pueda suceder de nuevo.

5.   Los mecanismos institucionales de control y transparencia nada hacen en el caso del Lotería y juego, Epec, Apross y otros organismos como por ejemplo "Caminos de las Sierras" que maneja las autopistas y accesos a Córdoba.

6.   No tenemos garantías en ningún caso: ni en lo macro ni en las más básicas licitaciones donde, curiosamente, en general ganan empresas vinculadas con el poder como fueron Electroingeniería, Odebrecht, Britos y otras. (aquí sólo nos están faltando los "cuadernos" para desentrañar una trama de corrupción similar a la que nos escandaliza a nivel nacional)

7.   De hecho una cuestión tan simple como los concursos para manejar la publicidad del gobierno provincial, no se hacen y esos fondos se manejan en forma absolutamente discrecional.

8.   La más grave de las cuestiones institucionales es, sin duda, la crisis de la policía de Córdoba. Allí habrá que poner un civil al frente de esa institución, sin compromisos con las camarillas internas y asegurar una depuración completa y total. Si seguimos sin hacer lo que hay que hacer, en pocos años nuestra fuerza se parecerá mucho a la "maldita policía" de la Provincia de Buenos Aires, que es un cáncer que ningún gobernante está pudiendo domar. Urge un cambio de fondo antes de que sea demasiado tarde.

9.   Hay cuestiones que comparado con lo anterior parecieran menores pero no lo son: candidatos que se presentan a una cosa, pero al poco tiempo de asumir ya se presentan para otra, candidatos que han ido al congreso nacional pero que no han vivido siquiera en Córdoba, representantes que no están capacitados para ninguna función. Y que sin embargo están allí porque han llegado agazapados detrás de alguna figura más convocante.

10. En estos años se hizo como que se concursaban los cargos jerárquicos del Estado. Pero eso fue una jugada para poner en la mayoría de los casos a los amigos en el poder, sin posibilidades de removerlos.

11. Se hacen reformas políticas que se anuncian con bombos y platillos y al poco tiempo se hacen contrareformas que impulsan exactamente lo contrario que antes (como por ejemplo la última jugada que permite que el gobernador sea a su vez candidato a primer legislador,reforma hecha con el único objetivo de debilitar al adversario de Unión por Córdoba en la última elección)

12. Y lo más básico pero elemental: nadie sabe cómo justifican sus ingresos los gobernantes que hemos tenido a nivel provincial y municipal en el caso de la ciudad de Córdoba. ¿Cómo hicieron para tener tanto dinero ellos y sus adlateres si supuestamente se han dedicado toda su vida a la actividad política? ¿Cómo es que los conocimos de ingresos modestos al comienzo de su carrera y hoy son millonarios?



Sintonía fina en el Desarrollo Económico

Córdoba tiene que lograr que sus miles de empresas Pymes, de todo tipo y especie, crezcan y se vuelvan grandes.

Si hoy tenemos una decena de empresas que trascienden las fronteras (Arcor, AGD, Alladio, Tarjeta, Naranja, Grido, etc) los cordobeses necesitamos que esa cifra se multiplique por 1.000.- Sólo así podremos garantizar trabajo genuino y bien pago para la actualidad y para las próximas generaciones. Necesitamos generar valor agregado. El campo y su materia prima es una base firme que nos ayuda a correr. Pero no nos podemos quedar dormidos en esa zona de confort que es vender eternamente comodities. ¿Cómo lograrlo?

1.   Córdoba sigue necesitando que las cuentas públicas sean manejadas de tal manera que puedan eliminarse ciertos impuestos muy distorsivos que condicionan el desarrollo de las pymes y por lo tanto la generación de trabajo y desarrollo. Concretamente hablamos del Impuesto de Ingresos Brutos que les saca a las empresas una parte sin importar si hay ganancia o no.

El gobierno Provincial anuncia que, aún haciendo obras y subsidiando sectores importantes de la población (transporte gratuito para educación, PPT, tarifa social, etc) tiene superávit. Si es realmente así ¿no deberíamos discutir el peso de los impuestos en Córdoba que es asfixiante para la producción y los emprendedores y nos pone en desventaja con respecto a otras provincias y a otras zonas similares a nosotros en países de la región?

Para lograr esta disminución de impuestos necesariamente tenemos que hacer sintonía fina sobre la cantidad de empleados públicos, cómo ingresan, ciertas entidades como Lotería o como otras reparticiones que deben ser repensadas.
La posibilidad de privatizar, de liberar a la competencia, de cerrar y de transformar no está en el marco de las discusiones políticas en Córdoba y deberían si queremos tener un Estado provincial eficiente que no sea una mochila para su sector productivo.

2.  Los servicios en Córdoba son extremadamente caros, en especial la luz, por ineficiencias propias, más allá de actualización de tarifas que se ha hecho a nivel nacional. EPEC es un agujero negro de ineficiencia y acomodos. Sintonía fina sería poner sobre la mesa qué haremos con esta empresa que -año a año- se potencia como un lastre para Córdoba por su cerrazón a no ser modernizada.

3.  La conquista de empresas internacionales que se radiquen en Córdoba (que es de las políticas que más rápido pueden movilizar la activación de empleo y de pymes proveedoras) se ha estancado hace tiempo.

No podemos subestimar los cordobeses el perjuicio en imagen que supuso que una empresa internacional como Monsanto tuviera que abandonar el proyecto a mitad de camino por falta de garantías que un grupo de revoltosos le permitieran siquiera ingresar a su proyectado edificio. Y que Syngenta decidiera no invertir aquí. ¿Qué otras empresas internacionales de escala y volumen en la contratación de recursos humanos se ha instalado en Córdoba en los últimos años? ¿Qué esfuerzo gubernamental estamos haciendo en este sentido? Del mismo modo que hoy los Ministros recorren el mundo buscando fondos en dólares para terminar las obras viales (que dan visibilidad y votos) deberíamos tener esa misma actitud para conquistar inversiones…

4.  Los subsidios para que jóvenes y otros grupos se incorporen al mercado laboral, han sido eficaces durante unos años. Pero ¿cuándo haremos la “sintonía fina” de que sean las empresas las que estén alentadas por reglas claras y estables de derecho laboral a tomar personal joven, en blanco para capacitarlos, sin que el Estado deba meterse en este proceso natural que se da en las sociedades y mercados más desarrollados? Si los impuestos bajan y las pymes de Córdoba tienen garantías de que la incorporación de gente joven tiene un régimen laboral especial, estable y previsible, no hará falta que el Estado gaste millones para que eso suceda.

5.   El turismo en Córdoba que es una fuente potencial de oportunidades de desarrollo, no ha generado mayor evolución que la de las temporadas altas del verano y dos o tres fechas más en la que buscamos lo cuantitativo del número de turistas que puedan venir y no lo cualitativo de cuánto podemos ofrecerles para que consuman y pernocten más tiempo. La sintonía fina en este rubro clave de la economía de Córdoba pasa por una transformación profunda de las estructurales hoteleras sindicales y otras, la potenciación de la propuesta turística y un trabajo para tener un flujo sustentable de turismo todos los días del año.

La conquista de turismo internacional, incluso con el cambio favorable de moneda, está estancada como política (de hecho no hay ni una garita del turismo de Córdoba en los Aeropuertos de Buenos Aires). La falta de instalación de grandes cadenas hoteleras internacionales en nuestra provincia, a excepción de las que se vinculan con casinos de dudoso funcionamiento, es una muestra de que todavía no hemos logrado la fórmula para ser apetecibles al turismo internacional.

Otra vez: construimos rápidamente un Centro de Convenciones estatal con gran capacidad para alentar ese turismo (sintonía gruesa). Pero eso lo puede hacer el riesgo de la inversión privada si nos preocupamos de hacer la “sintonía fina necesaria”. Lo primero da votos. Pero lo segundo respeta el principio de subsidiariedad y –como tal- se vuelve sustentable.

6.   La internacionalización de las empresas de Córdoba, a través del Pro-Córdoba para que exporten productos y servicios es una política muy tímida respecto a su despliegue (algunos viajes subsidiados). Ni siquiera está bien mostrada la oferta exportable actual de Córdoba. La gestión pública para conectar potenciales aliados externos con contrapartes locales (y viceversa) es nula.

7.   No hemos desarrollado como corresponde el sector financiero en Córdoba y el mercado de capitales. En su momento dejamos que se centralizara todo en Buenos Aires y el residual en Rosario. Aquí estamos a mucha distancia de lo que hoy requieren las pymes y los nuevos emprendedores de Córdoba para financiar su crecimiento. Los bancos oficiales provinciales están más entusiasmados en financiar el consumo que en dar crédito a la producción y a los start up. 

El panorama general de Córdoba es que somos competitivos en lo que hace a producción agrícola. Y que nos destacamos en varios sectores: metalmecánica automotor y agropecuaria, call centers y software, medicina de alta complejidad, etc. Pero al final del día, no hemos terminado de ser suficientemente competitivos en ningún sector que no sea la producción de comodities. Si no asumimos esto como una realidad, no seremos capaces de hacer la “sintonía fina” para lograrlo. Y para exigirle al gobierno que deje lo rimbombante y se concentre en corregir lo estructural.


Sintonía Fina en Desarrollo Social



1.   Seguimos apostando a una fuerte incidencia de programas sociales de asistencia directa y no a reformular la política social para que la transformación de las situaciones de pobreza y marginalidad se hagan poniendo foco en educación, salud y generación de oportunidades. (esto sigue alimentando además el clientelismo, la burocracia de miles de empleados públicos para gestionar estos programas sociales, etc) Si uno se asoma a la Secretaría de la mujer y ve los colchones preparados para ser regalados, allí advierte lo lejos que estamos de la “sintonía fina” necesaria.

La Sociedad Civil con sus miles de ongs dedicadas a cubrir temas sociales con voluntarios comprometidos, casi no puede interactuar con el Estado para atacar en conjunto el problema. Y cuando lo hace queda atrapada en las redes del clientelismo político. Por eso es tan normal ver en un barrio a la iglesia católica trabajando por un lado, los evangélicos por otro, alguna ong civil (techo y otros) por otro, el gobierno nacional por otro, el provincial y el municipal sin coordinarse…. 


En este río “revuelto” los únicos que se benefician son los punteros, que a esta altura se han convertido en verdaderos tapones del desarrollo de esa zona, por sus vínculos espurios con la política, con el narcotráfico, los barras bravas sindicales y del futbol, etc. 


Hay ciertas zonas de la Ciudad de Córdoba donde la “sintonía fina” supone una intervención coordinada tipo shock para lograr revertir un territorio casi ya tomado por las redes de narcotráfico e informalidad. No son dos o tres lugares sino más de 40 barrios con esta situación extrema. 


2.  ¿Y en qué situación está la Educación en Córdoba? Está claro que no genera escándalos, pero está estancada en su proceso de evolución. El gobierno sigue anunciando la construcción de nuevas escuelas. Pero no se habla de convertir en licenciados universitarios y de posgrado a los docentes y transformar los métodos de enseñanza en las escuelas públicas que siguen perdiendo prestigio y concurrentes. 

3.   La educación de oficios y los planes terciarios que se esbozaron a través de la Universidad Provincial no se han desplegado como corresponde. Y el trabajo en conjunto con las universidades nacionales púbicas y privadas para acercar esas instituciones a la investigación aplicada (que genere patentes y creación de productos y servicios) y a la interacción con las empresas tampoco ha avanzado. 

No hay políticas de aliento a profesionales cordobeses para que se especialicen en el exterior y vuelvan a volcar su experiencia a instituciones y empresas de Córdoba. 


La Universidad Nacional de Córdoba sigue estancada en debates perimidos sin mayores visos de modernización hacia lo que hoy requiere la provincia que la hizo nacer y crecer. Salvo en algunas facultades puntuales, el vínculo entre universidad y empresa, por ejemplo, sigue siendo tabú.


4.  La sintonía fina de fondo en todo el esquema educativo es preguntarnos si en algún momento vamos a permitir que sea la propia comunidad y la iniciativa de instituciones y de los privados los que asuman la gestión de escuelas públicas. O por el contrario es condición que todas las escuelas públicas deben ser planificadas, construidas y gestionadas de punta a punta por el Estado Provincial y su burocracia del Ministerio de Educación (¿por qué seguimos manteniendo esa visión estatista asfixiante de la diversidad de la cultura social sin respetar el principio de subsidiariedad –que no haga el estado lo que puede hacer la comunidad-?)

5.   A nivel de Salud, seguimos apostando a construir grandes hospitales que luego quedan vacíos al poco tiempo por falta de planificación respecto a cómo mantenerlos en funcionamiento con el equipamiento y los insumos así como los profesionales que se requieren. 

Los especialistas están remarcando hace años que Córdoba debería ordenar sus sistema de salud, traspasando los hospitales de Córdoba de índole municipal a la provincia, estableciendo que pocos hospitales públicos estratégicamente ubicados en el territorio atiendan la alta complejidad, y el resto se conforme en una pirámide que tenga mayor fortaleza en la base, con centros de atención primaria y centros preventivos gestionados por los municipios cerca de los vecinos. 


La sintonía fina en salud pasa por no seguir inaugurando hospitales (que traen votos), sino en evolucionar con equipos capaces de salir a buscar a las madres y a las familias vulnerables con programas de salud preventiva incluso hasta sus propios domicilios. 


No se ha avanzado tampoco en la “sintonía fina” de vincular la salud pública con la salud privada en Córdoba en una Política de Estado que trascienda los gobiernos. 


Tampoco estamos encarando la transformación de la actual APROSS para que deje de ser un monopolio que succione en forma obligatoria a los empleados públicos provinciales (y también a ciertos municipales) y libere a sus afiliados para que puedan canalizar sus aportes en otras obras sociales.


6.   En este marco de cuestiones muy básicas manejadas con criterios gruesos (sin sintonía fina) se produce un contraste con otros ministerios que anuncian cuestiones de vanguardia como conectividad de internet en plazas, pero que aparecen como políticas para la tribuna y no para el desarrollo sustentable.



Sintonía fina en Seguridad


Al no producirse el desarrollo verdadero, ni económico ni social; y al no haber un base institucional sólida, la realidad se muestra en su faceta más dramática en el aumento indiscriminado de la inseguridad y la violencia. 

La sintonía fina en este ámbito, en nuestro caso, la venimos pregonando desde el año 2010! Y sin embargo todo está pendiente. (Ver "La nueva matriz de la delincuencia en Córdoba")

1.   Necesitamos una transformación profunda de la Policía y los organismos de seguridad. En varios momentos hemos hablado de la necesidad de que esa transformación sea liderada por un civil, con capacidad para cortar las redes de complicidad estructural que se han tejido dentro de la institución.

2.   Ya no necesitamos más policías, ni tantos patrulleros, ni más chalecos ni más pistolas. Ya no necesitamos más jovencitos ingresando y largados a la calle al poco tiempo. La sintonía fina obliga a pensar en tecnología, en equipos policiales capaces de investigar, de perseguir bandas delictivas complejas con conexiones nacional e internacionales.

3.   La reforma más fina estaría dada por diferenciar la prevención que produce un policía en custodia y que debería ser resignado a los ámbitos municipales para que incluso allí, se pueda producir una interacción entre la fuerza pública y la guardia privada que ha aumentado y podría ser un excelente aliado.

4.   La Policía Provincial en cambio debería concentrarse en combatir los delitos más complejos, poniendo foco en la inteligencia policial, capacitación, multidisciplinariedad (investigadores financieros, quimícos, tecnológicos, etc)

5.   La otra gran reforma para que el Estado Provincial vuelva a garantizarnos la seguridad es repensar el vínculo entre la policía y la Justicia que hoy está completamente desvirtuado. Abogados que nada saben de lo policial dirigiendo como fiscales y como jueces investigaciones, utilizando herramientas como expedientes!!

6.   Mucho podría agregarse aquí pero dejo una “sintonía fina” más: Córdoba necesita volver a involucrar a su ciudadanía en una red de información que pueda ser procesada en forma rápida. Lo que antes producían las denuncias de la gente (hoy ya casi nadie denuncia porque no cree que ocurra nada) tiene que volver a ser estimulado para que cualquier vecino que sepa o vea algo, pueda canalizarlo sin temor a represalias. Otro tanto respecto a que entre vecinos puedan ayudarse y que la seguridad sea vista como un fenómeno integral que involucra a distintos actores que interactúan en un territorio y no en un fenómeno sólo circunscripto a lo que pueda hacer la policía.

7.   Insisto en la posibilidad de leer otros aspectos que hacen a la sintonía fina de la seguridad en Córdoba. 


A nivel ambiental

Córdoba está en rojo en esta materia. No hablo sólo de no ser capaces de discutir qué Ley de Bosques queremos y necesitamos con madurez y responsabilidad entre todos los sectores involucrados. Hablo de un Río Suquía que se va de la ciudad contaminado completamente. Hablo de cientos de basureros a cielo abierto que no tienen el más mínimo atisbo de avanzar hacia la diferenciación de la basura, reciclado y procesamiento. Hablo de la mitad de la Ciudad de Córdoba aún sin conexiones cloacales…

Los problemas ambientales en Córdoba son metropolitanos. Requieren coordinación entre municipios y políticas que trasciendan los colores diferentes de un intendente u otro. Esto también para resolver el transporte, la normativa vial, los criterios de edificación, de energía, etc. Córdoba legisla de una forma, Montecristo de otra, Jesús maría de otra, Villa Allende de otra, Carlos Paz de otra, Alta Gracia de otra.

En este sentido es casi burdo que una política como el de las comunidades regionales que vinculaban a varios municipios en un ente común, que fue anunciado con miles de pesos de publicidad, el mismo gobierno del mismo signo político luego las deje al costado sin utilizarlas como herramienta de planificación y de coordinación.

El compromiso ambiental de Córdoba es vergonzoso. Y aquí la sintonía fina necesaria para no caer en extremismos pero sí dar soluciones rápidas es de las cuestiones “más gruesas” que están pendientes.

Sin ser un especilalista en el tema, tengo la impresión que tanto la legislación que se ha ensayado como los requerimientos de estudios de impacto ambiental y las aprobaciones así como otras políticas implementadas están todas teñidas por intereses particulares y sectoriales y en algunos casos por el intento de armar “canales de corrupción”.


¿Qué candidato nos ofrece "sintonía fina"?


Eso no podré decirlo yo desde aquí, como presidente de Civilitas. Cada uno sabrá merituar quién puede encarar lo que está pendiente. Pero al menos obliguemos a que estos grandes temas se discutan.

En ese sentido, advertimos con preocupación que -elección tras elección- el debate de ideas y proyectos y el involucramiento de la sociedad civil en el intento de presionar a los candidatos para que se comprometan a llevar adelante ciertas políticas, viene disminuyendo. 

Y la situación cada vez es más dominada por marketing electoral puro, sin debate de ideas. Y sin que los técnicos que luego serán los ministros y referentes aparezcan con el tiempo suficiente para explicar lo que harán concretamente.

Como ciudadanos deberíamos reaccionar porque esta situación le conviene a los políticos inescrupulosos que creen (al estilo de Durán Barba) que la gente ya se conforma con una foto simpática y un videíto. Pero está claro que a nosotros, los ciudadanos, nos perjudica.