Mestre nos debe 9 cambios


El intendente de nuestra ciudad se muestra como uno de los referentes del cambio que está proponiendo Mauricio Macri a nivel nacional. Pero su gestión todavía está muy lejos de ser un “modelo de cambio”. Todo lo contrario.

Hay un ítem en el que sí se avanzó (gracias a Dios!): varias de las obras tan largamente demoradas se están haciendo. No es un mérito exclusivo de su gestión, sino una combinación de obras del gobierno nacional, del provincial más las que aporta la municipalidad. 

Sin embargo, si tuviéramos un listado de 10, todavía hay 9 cambios que están pendientes.

  1. La eficiencia de la Municipalidad es un cambio pendiente. Por la cantidad de empleados, su productividad, la transparencia, porque todavía no pueden entrar a trabajar allí cualquier hijo de vecino en igualdad de condiciones, ni cualquier proveedor puede ofrecer sus productos o servicios con la garantía de que sólo será comparado por calidad y precio. Las distorsiones de su esquema gremial siguen siendo aberrantes. Y todavía es una realidad que más del 80% de los recursos propios van a pagar sueldos.


  2. El transporte de Córdoba sigue sin ser pensado como un sistema integral.Mejoraron algunas unidades compraron otras, pero todavía no hay (o al menos los ciudadanos no lo sabemos) un plan estratégico de cómo abordaremos el desafío del transporte en el gran Córdoba de cara a los próximos 10 años. Son todas reacciones espasmódicas como lo fue el solo bus. Incluso estamos sin lo básico: todavía no hay certeza sobre la transparencia en la elección de las empresas y ni siquiera podemos garantizar que las personas con discapacidades puedan subir y bajar con regularidad, porque no hay rampas.

  3. La recolección y reciclado de la basura no ha cambiado en forma sustancial.
    Seguimos sin tener certeza de dónde pondremos la basura por los próximos años y no hay el más mínimo atisbo de plan para que comencemos a reciclar en escala. Seguimos recogiendo la basura todos los días, con el enorme costo que eso supone, pero del resto no hay nada.

  4. En la protección del medio ambiente, vamos demasiado despacio. Se están avanzando con las demoradas cloacas. Pero no hay un cambio de perspectiva respecto a nuestra relación con el Río Suquía (hoy lo contaminamos con materia fecal no tratada) ni un ordenamiento de los espacios: qué empresas permitiremos, dónde, según la naturaleza de los emprendimientos. Dónde vale la pena extenderse y dónde densificarse. Ni siquiera está clara la planificación del sistema de parques y paseos. Ya dejamos ir el Batallón al lucro. ¿Dejaremos que se utilicen de cualquier forma las más de 6.000 hectáreas militares que todavía quedan como un pulmón entre Córdoba y Carlos Paz? El lago del parque Sarmiento sigue verde nomás…

  5. En el desarrollo económico de la ciudad no hay proyecto de cambio. Y si la ciudad sigue creciendo, es por la voluntad del sector privado, no porque haya alguna política activa de parte de la Municipalidad. Aquí Mestre debería tomar las buenas ideas tanto de Macri cuando fue Jefe de Gobierno de Buenos Aires como hoy Horacio Rodriguez Larreta.

    Tomemos como ejemplo el desarrollo del turismo que podría ser un gran motor de progreso. ¿Qué cambio o iniciativa está desplegando la Municipalidad para que más personas visiten nuestras ciudad, que duerman más noches y lograr canalizar aunque sea una parte del turismo internacional?

    Además del turismo, la clave del cambio pasa por volver a posicionar la ciudad como polo de conocimiento y de recursos humanos capacitados. Aunque aquí el principal desafío es de nuestra red de universidades públicas y privadas, no se advierte un trabajo codo a codo del intendente con ellas en esta línea, sabiendo que este diferencial es nuestra mayor fortaleza a trabajar en un esquema globalizado tan competitivo.

  6. ¿Cuál es el plan para conquistar inversiones en el marco de los nuevos aires que soplan en el país?Necesitamos una acción muy enérgica para seducir a las empresas nacionales e internacionales para que radiquen sus sedes en Córdoba, compitiendo en forma expresa y decidida con Buenos Aires. Deberíamos tener una campaña nacional “Invierta en la Ciudad de Córdoba” para alentar este proceso. Pero en los aeropuertos no hay ni un folleto de la ciudad, ni para atraer turistas, ni tampoco inversores.

    En un ámbito más local e incluso doméstico la pregunta es similar: ¿Qué cambio se está planteando para hacer despegar zonas de la ciudad con mucho potencial, pero hoy muy deprimidas? La avenida Juan B. Justo, la zona del fallido edificio del concejo deliberante, San Vicente, por nombras algunas.

    Pero la Municipalidad ni siquiera está pudiendo garantizar lo básico: que los pasos que de ella depende para lograr que se escrituren nuevos emprendimientos salgan en menos de cinco o seis años!

  7. ¿Cuál es el proyecto de cambio social de la Ciudad de Córdoba? Tenemos más de 40 barrios con avances significativos de la “cultura narco” y más de 100 barrios donde la precariedad y la marginación están a la orden del día. Cómo desplegaremos el rol educativo de un municipio que por su envergadura ya debería desarrollar educación formal y también informal a sus vecinos para fortalecer valores y convivencia.

    ¿Cómo fortalecer la Sociedad Civil y el entramado comunitario en esas zonas? Los grandes carteles que en Córdoba anuncian “El estado está en tu barrio” son una burla y una afrenta. La municipalidad no está en los barrios en forma institucionalizada. Sólo despliega algunos “equipos de campo”.

    A las ONG de la ciudad, la municipalidad no les está dando ni la hora y mucho menos las está ayudando a crecer. Si dejáramos, por ejemplo, que el 5% de los impuestos municipales los contribuyentes pudiéramos destinarlos directamente a estas instituciones ya produciríamos un shock de financiamiento que las consolidaría.

    ¿Qué cambio sustancial se está formulando desde la municipalidad respecto a las políticas de integración de las personas con capacidades especiales? ¿Y respecto de las personas de la tercera edad? Podría generarse al menos un bono para que puedan acceder a espectáculos artísticos y culturales, cursos y actividades de recreación financiado por la propia Municipalidad.

    Tampoco hay grandes anuncios sobre deportes, no se habla de las “olimpiadas de la ciudad” ni se escucha proyectos para transformar las escuelas municipales en centros de mayor impacto comunitario.

    Ni siquiera estamos aprovechando lo bien que se llevan las distintas religiones en Córdoba para encolumnarnos en torno a un proyecto de convertir a Córdoba en capital de la FE y del voluntariado.

  8. Y a nivel institucional ¿Cuál es el cambio que están generando? De la época de Marti quedaron los CPC como un primer capítulo de un proyecto muy bueno y ambicioso de descentralizar la gestión de ciertas zonas de la ciudad que hoy son tan grandes como las más importantes localidades de la provincia. ¿Alguna vez vamos a elegir los directores de los CPC los vecinos? De eso no se habla. ¿Alguna vez estos entes tendrán su presupuesto propio? Tampoco se empuja a la provincia para cambiar la cláusula que le asegura en el Concejo Deliberante la mayoría automática al intendente (y le quita sentido a ese órgano de deliberación y control). El Tribunal de Cuentas Municipal como siempre ganan los candidatos del mismo partido que el intendente es un apéndice del poder político y por lo tanto el control no es efectivo.

    Si estas cosas que son tan básicas no están sobre la mesa, imaginemos discusiones más complejas como la necesidad de generar una región metropolitana a la que los más de 20 municipios del Gran Córdoba le cedan poderes para que ciertas cuestiones las hagamos con la escala y la planificación regional.

  9. ¿Qué cambio o innovación está proponiendo Mestre desde la Municipalidad al grave problema de la inseguridad en Córdoba?
    Siempre parapetado en la excusa de que no es un tema de la ciudad sino de la Provincia, no ha aportado ni una idea a la cuestión que está en el tope de las prioridades de los vecinos.

    Hay muchísimo por hacer (¡y que no es sólo cortar los yuyos y poner lamparitas! cuestión además pendiente). Incluso está pendiente pensar la innovadora idea de una policía municipal de la Ciudad, con acción preventiva en las zonas más críticas. No mucha gente, sino pocos agentes con mucha tecnología.
¿Cuál es mi intención al remarcar estas falencias? Ya no estoy en la política activa. Pero como soy un defensor de los cambios que se están forjando a nivel nacional, no me gusta que –a nivel local- los “representantes” de ese cambio lo sean sólo de la boca para afuera.

Está más que claro que el cambio tiene que llegar a esta provincia gobernada desde hace 20 años por el mismo partido. Que ese desafío está pendiente. 

Pero si Mestre quiere ser la alternativa provincial, debería terminar de demostrar su real vocación de transformación, planteando al menos algunos de estos cambios pendientes en su propia gestión municipal, antes de dar el salto. 

Es una deuda que tiene con los vecinos cordobeses. 
Y debería honrarla como paso previo.