¿Cómo va Macri con su gobierno? Un análisis de los primeros 7 meses

Me he alejado de la política completamente. No estoy en el gobierno y no estoy en el PRO. Pero quiero aportar mi mirada independiente.

El 28 de Febrero escribí una columna en la que comentaba cómo veía el arranque de MacriA siete meses de haber asumido vale un segundo balance.

Creo que Macri va bien en términos generales, más allá de los errores que ha cometido fundamentalmente en el ajuste de las tarifas de gas y ciertas personas que lo acompañan que no son de mi agrado.

Y cuando digo que va bien, no es sólo una percepción alimentada por ver cómo están desfilando todos los corruptos de la última década por las cámaras (judiciales y de televisión) lo que sin duda me llena de satisfacción por tanto años de lucha contra estos ladrones. Sino porque además hay datos objetivos para seguir alimentando la esperanza en un cambio.

Recordemos por un momento de dónde veníamos
(tomo como referencia un resumen hecho por Ernesto Sanz en la bolsa de Comercio de Córdoba).


  • Hace 2 años que sufríamos estancamiento con elevada inflación.
  • La inversión en Argentina era nula, en un sentido estricto de la palabra.
  • El déficit fiscal se había desbocado con Cristina y la estábamos financiando con emisión de billetes en forma irresponsable. Por eso teníamos la inflación que teníamos.
  • Como país estábamos aislados, tanto para conseguir financiamiento como en lo comercial.
  • Definitivamente no éramos un país confiable para nadie (ni siquiera para nosotros mismos).
  • Teníamos problemas de competitividad graves.
  • El sistema económico no lograba generar empleos y todos los que se generaban eran desde el sector estatal (por lo tanto, más déficit y más impuestos para todos).
  • Teníamos que soportar a matones como Moreno, a imbéciles como Lorenzinho, a maquiavélicos como Kiciloff
  • Al final del modelo nacional y popular teníamos un 30% de la población bajo la línea de pobreza y un 50% del empleo y la economía en la informalidad absoluta.

Pero la foto más dolorosa que tenemos que recordar es la que vivimos desde lo político y de lo institucional.

  • Partamos de la base de que esta gente se quería quedar por muchos períodos. Y no era que lo disimulaban: lo decían en todos los lugares donde pudieran (“vamos por todo”
  • El federalismo estaba completamente destruido (70% de los fondos concentrados en la nación) y los gobernadores y los intendentes debían mostrarse sumisos si querían conseguir un cordón cuneta.
  • Habían avanzado sobre la Justicia (justicia legítima),
  • habían destruido los organismos de control (fiscalías, Consejo de la Magristratura, UIF, etc).
  • Utilizaban el sistema de inteligencia (SIDE + Milani) para extorsionar y espiar a los opositores.
  • No dialogaban con nadie y mucho peor: el que pensara distinto era denostrado hasta con publicidad oficial en el medio de “futbol para todos”.
  • No había ningún respeto por las instituciones. Aquí también no era sólo una percepción: ellos expresaban en forma orgullosa que estaban superando el modelo institucional por el nacional y popular (no cumplían las sentencias de la Corte Supresa –por ejemplo la que obligaba a pagar a los jubilados- presos que por ser militantes salían de la cárcel, Berni, Delia, Bonafini, Salas, etc)
  • A nivel internacional habíamos quedado alineados al peor de los mundos (Venezuela, Rusia, Irán…)
  • Habían construido un sistema de medios propios para propagar el modelo con alto costo para todos nuestros bolsillos además de la inmoralidad de usar los fondos públicos para su beneficio ideológico
  • Este “relato” lo estaban propagando a las universidades, los colegios, las ongs, hasta los organismos de derechos humanos y de la peor manera, subordinando con el poder de la billetera. No es extraño que millonarios fondos públicos ara financiar cine y arte hayan sido desviados en su paso extraño por las universidades y otras fundaciones.
  • Al final de este década de populismo, los argentinos nos mostrábamos cada vez más divididos y esa griesta la fogoneaban desde la más alta esfera del poder.
  • Tan grave como todo este listado junto, fue el aparato de robar que se montó desde el gobierno con empresarios amigos y testaferros y que tiene una dimensión y una profundidad que nos llevará varios años desentrañar. Incluso con conexiones con el narcotráfico.

A la luz de esas dos fotos revisemos estos siete meses de Macri:

En lo económico avanzamos hacia la Estabilidad y la previsibilidad. Con menos ritmo del esperado (fue un error hablar del segundo semestre) pero con políticas de fondo.

  • Se está combatiendo la inflación con seriedad. En los próximos meses se verán los resultados.
  • El Fin del cepo y la unificación cambiaria se realizó en forma exitosa
  • Se eliminaron las retenciones a las economías regionales que le permitirá al campo volver a liderar el crecimiento del país
  • Se están recuperando las estadísticas públicas (INDEC)
  • Ha habido un levantamiento progresivo de las restricciones a las importaciones y exportaciones lo que permitirá a las empresas traer maquinaria, innovar y ampliar sus mercados hacia el exterior.
  • Se han corregido las tarifas de servicios. Salvo el caso del gas en donde –como digo- hubo gruesos errores e injusticias respecto a lo que paga el interior y la capital, el resto venía realizándose en forma correcta (aunque dolorosa claro está porque a nadie nos gusta pagar la fiesta!)
  • Se ha dado autonomía al Banco Central que está desarrollando una política de tasas necesarias hasta equilibrar el desbarajuste
  • Se logró un buen acuerdo con los acreedores externos y se habilitó el financiamiento internacional tan necesario para financiar el desarrollo de los próximos años
  • El blanqueo que se está proponiendo –en los términos que se está proponiendo- supondrá una inyección muy importante de recursos de los propios argentinos que volverán al sistema económico y eso generará inversiones y movimiento genuino.

Yo no tengo dudas de que más temprano que tarde, comenzaremos a ver los frutos de estar haciendo lo correcto en términos de política económica.

Hay reformas de fondo que ya han empezado a operar:

  • Hay un ordenamiento del Estado con revisión de los miles de contratos políticos que se hicieron para dejar militantes enganchados al empleo público.
  • Se están lanzando planes largamente esperados de obra pública, vialidad y vivienda (Plan Belgrano para el norte, etc)
  • Se amplió la inversión social con más personas cubiertas por las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo
  • Se está desplegando un ambicioso plan para saldar la deuda que tiene el país con sus jubilados y una pensión universal a la vejez
  • Ya se está implementando un importante plan de infraestructura en servicios básicos como agua y cloacas
  • Se está debatiendo una reforma impositiva profunda, más allá de las medidas que ya se tomaron de suba del piso en el impuesto a las ganancias y reducción del IVA a los artículos de primera necesidad.
  • Se está lanzando un fuerte sistema de créditos, más justo y más adecuado a las posibilidades de un sueldo común, para poder construir la vivienda propia.

Pero los datos más alentadores vienen desde lo político:

  • Se ha recuperado el diálogo con gobernadores y con opositores.
  • El Congreso está funcionando a pleno con arduas negociaciones para lograr mayorías para sacar leyes claves
  • Rápidamente hemos podido reparar como país algunos vínculos internacionales de carácter estratégicos, como Estados Unidos y países claves de Europa
  • La justicia ha recuperado independencia!
  • También la Auditoría, el Consejo de la Magistratura y todos los entes de control que están en manos de la oposición.
  • La pauta publicitaria oficial ha vuelto a ser razonable, los medios oficiales no se utilizan para propaganda política. No hay cadenas oficiales ni 678 ni manipulación mediática hecha con fondos del Estado.
  • Ya se está avanzando en la Reforma electoral con boleta única para el año que viene y eliminación de varias de las distorsiones que vivimos una y otra vez en las elecciones nacionales (eliminación de las boletas colectoras, etc)

¿Es todo rosas? Para nada. Creo que se debe consolidar la Alianza "Cambiemos" con un mayor involucramiento del radicalismo para que los pilares sean más sólidos, de cara al año electoral que viene. Todavía falta una mirada federal más profunda, los funcionarios deben redoblar su contacto con la realidad social y yo institucionalizaría un esquema de diálogo más amplio. 

Me gustaría ver a los funcionarios menos en las oficinas y más en las calles de los pueblos y ciudades del todo el país. Y me gustaría ver más referentes del interior integrados al gobierno central (hay demasiada gente de Capital Federal y GBA) 

Faltan avances más sustanciales en un plan nacional de Lucha contra el Narcotráfico, y me parece que hay ciertos funcionarios que deberían renunciar por tener gestos que no son compatibles con esta nueva etapa.

Yo también pienso que ciertos aspectos del discurso oficial deben ser corregidos, y que la comunicación no se está manejando correctamente.

Pero como digo, mi balance es positivo y sigo abriéndole crédito a este gobierno. Porque entiendo que está llevando a la Argentina hacia el horizonte que imaginé cuando hacía política desde Primero la Gente y por el que luché durante tantos años.

Siempre hay posibilidad de defraudarse porque la Argentina nunca ha dejado de darnos sorpresas ingratas. Pero, en mi caso, por ahora, sigo viendo el vaso medio lleno. No se qué piensan ustedes.