JUAN PABLO II. GRACIAS POR HABER INFLUIDO EN MI VIDA.



Saludo al nuevo santo que, en nuestros días de adolescencia supo saludarnos en aquel Chateau repleto de jóvenes en el Encuentro Nacional de Juventudes y luego visitar nuestras calles moviéndonos a ser servidores de "chalecos amarillos". 

Fue el mismo que nos dijo: "hagan con sus manos una cadena más fuerte que las cadenas del odio y de la muerte". 

Fue el que nos convocó a construir la civilización del amor y a cantar "un nuevo sol se levanta". 

Yo quedé marcado por aquellas experiencias de por vida. Estoy seguro que el papa Francisco hará lo mismo con los jóvenes de hoy. Me alegra y me llena de esperanza!