"La inseguridad que vive Córdoba en estos días tiene una relación directa con esta problemática"
El Ex Secretario de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico confirmó que el consumo de pastillas y drogas de diseño se ha multiplicado exponencialmente entre los adolescentes y jóvenes de Córdoba y que ya no son productos importados, sino que se están fabricando en pequeños laboratorios clandestinos en el Gran Córdoba. “El crecimiento es muy preocupante y la policía ni la Justicia están haciendo nada, porque no están capacitados para combatir en sus aspectos específicos este flagelo” señaló.
El ex funcionario
Sebastián García Díaz advirtió además que, “dado que la impunidad sigue intacta
en la Provincia, viviremos un verano de un consumo desenfrenado de drogas en
general y en particular de drogas sintéticas en fiestas, bares y boliches –sobre
todo en las Sierras de Córdoba- por lo cual los traficantes, las cocinas y los
laboratorios están trabajando a full. Es muy sugerente que no se esté
preparando un operativo especial para contrarrestar la venta de drogas en los
principales valles turísticos y que la tarea no haya empezado ahora que los
traficantes están ‘stockeando’.”
Respecto de las
drogas de diseño, García Díaz explicó que está haciendo referencia a las
sustancias de tipo anfetamínico que se están produciendo clandestinamente a
partir de precursores químicos, es decir que no utilizan productos de origen
natural como la coca o el latex de la amapola.
“Para fabricar drogas
sintéticas o de diseño se puede partir de muchas sustancias diferentes,
inclusive si no se cuenta con los precursores, estos pueden ser a su vez
fabricados clandestinamente a partir de sustancias no controladas. Si bien,
muchos de los precursores más comunes utilizados en la fabricación clandestina
de las drogas de síntesis se encuentran controlados, otra gran cantidad de
sustancias químicas que pueden servir para este fin no se encuentran en las
listas de control y son utilizadas no sólo en la producción de sustancias
farmacéuticas sino también en la de productos industriales.” señaló
García Díaz indicó
que esta modalidad de fabricación de drogas representa un verdadero desafío ya
que “no hablamos sólo de laboratorios especializados que se deciden por este
negocio ilícito, sino de la posibilidad de que se monte una pequeña cocina en
cualquier garaje, con los riesgos que esto implica por los precursores químicos
que se utilizan. Además la cocina y comercialización de estas pastillas no
siguen la tendencia norte (Bolivia, Paraguay, Perú) Sur (traslado, cocina y
fragmentación mediante diversas vías hacia Buenos Aires) sino que su
crecimiento es irregular, y con una tendencia a ir en sentido contrario desde
Buenos Aires y Santa Fé hacia nuestra provincia y el interior.”
“El mayor
peligro de las drogas de diseño, es para nuestra juventud y lo representa el
tráfico de sustancias altamente adulteradas. Es un alto riesgo para el
consumidor de intoxicación o daño severo al Sistema Nervioso Central, el cual
es aún mayor cuando se han “cortado” con diferentes tipos de estimulantes u
otros productos, farmacéuticos o no, que tienen como objetivo aumentar las
ganancias económicas de los traficantes.”
“Sin embargo como las drogas de síntesis son tan llamativas, tan variadas y llena de colores y formas hace que la juventud, que es el principal grupo afectado por ellas, no las vea como drogas peligrosas que pueden llegar a causar la muerte, sino por el contrario que los jóvenes las consideren como sustancias inofensivas que se usan en el contexto de la diversión nocturna. Las pastillas son cada vez más un símbolo de status entre los jóvenes”
“Lamentablemente
para montar un laboratorio de este tipo de sustancias no se requiere mucho: no
es necesaria la implementación de grandes estructuras ni el diseño de aparatos
especializados para reciclar (destilar y redestilar) solventes. En líneas
generales estos laboratorios clandestinos de síntesis se caracterizan por
pequeños espacios (generalmente una cocina o un baño), con poca cantidad de insumos,
microondas, alguna maquina tableteadora en el mejor de los casos, cuños para estamparle al
producto un logo. Aunque en todos los casos tiene personas poderosas que los
financian y los apañan, podríamos estar ante mafias nacionales que se quedan
con este negocio.”
García Díaz pidió a la Justicia y la Policía
que transparenten esta situación nueva que los excede en forma cabal para que
toda la sociedad se anoticie del crecimiento de este flagelo de las drogas
sintéticas y presione a los gobernantes para que aporten recursos y
capacitación internacional.
“Propongo abrir una línea especial para que
la gente pueda denunciar tranquila la sospecha de cocinas de este tipo. Incluso
yo mismo me ofrezco si la gente tiene miedo a recolectar esas denuncias y llevarlas
a la Justicia. Si los fabricantes, sean laboratorios profesionales
dedicados a la actividad clandestina o simples garajes, advierten que el tema
se ha posicionado en la opinión pública, tendrán por lo menos más cuidado para
moverse y comercializarlo. Hoy el nivel de impunidad de esta actividad es
escandaloso.”
En ese
sentido, García Díaz pidió por comenzar a investigar los baños y barras de los
boliches que son los lugares de mayor venta de drogas de este tipo en Córdoba.
“Me extraña mucho que un bolichero no sepa que se está vendiendo este tipo de
drogas en su boliche” aseguró.
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